LA IDENTIDAD EN EL DISEÑO CURRICULAR
La identidad de los pueblos es desarraigada por la alienación cultural; es decir, que está avasallada por culturas foráneas ajenas a la nuestra, y se carece de una identidad propia. Los jóvenes se dejan llevar por las modas que van destruyendo sus valores culturales, se identifican con las culturas de otros países, se avergüenzan de sus raíces culturales. “Las identidades se construyen a través de un proceso de individualización por los propios actores para los que son fuentes de sentido”. (García Canclini: 2004, pág. 52). Cada país tiene una identidad nacional que en el ámbito externo sale a relucir cuando se compara nuestra cultura, comida o deporte con el de los demás; de tal modo que los gobiernos establecen acciones para desmerecer la identidad nacional del otro país haciendo suyas comidas, productos, etc. que no los son, el único fin es menoscabar nuestra autoestima e identidad nacional, vehículos a través de los cuales se desestima a los demás para dominarlos.
Con la globalización, Bolivia ha tenido un renacer en cuanto se refiere a su identidad cultural, la misma que proviene de un legado histórico importante: los incas y los aymaras; tal es así como los productos de bandera, el arte culinario, las cerámicas, las danzas causan admiración y aceptación en norteamericana y en el continente europeo, este impulso y reconocimiento de la identidad boliviana no es suficiente para promover en los jóvenes el amor a lo nuestro, aun falta cohesionar una política educativa, la cual considere en el diseño curricular, de forma preponderante, este tema, pues la construcción de identidades es “un fenómeno que surge de la dialéctica entre el individuo y la sociedad” (A. W. 2000, pág. 71).
En Bolivia, en los últimos años ha sucedido un fenómeno de transformación social; luego de más de 190 años como república se está viviendo un proceso de creación de una verdadera identidad como nación y la formación y valorización de la identidad.
Por eso, una de las políticas educativas o reformas es sumamente necesaria y se debe profundizar en toda su extensión. Ésta política educativa planteada es promover la identidad nacional en todo el sistema educativo. No haberla considerado como una política educativa es un descuido, pues, este factor es importante dentro de la formación del capital humano. El orgullo de ser boliviano sirve como motivación para elevar la eficiencia en el logro de cualquier proyecto planteado. La identidad nacional se trata de dos aspectos: a) La formación de la identidad nacional a partir de su identidad personal y su relación con el medio ambiente nacional, y b) La integración democrática de las identidades locales y étnicas.
La identidad y el orgullo personal es un factor básico para la creatividad y eficiencia personal que afianza su competitividad dentro de un país por transformar. La integración democrática, por su parte, busca erradicar las desigualdades de todo orden, fortaleciendo la identidad nacional colectiva.
En el diseño curricular se debe tomar en cuenta los siguientes aspectos:
· Implementar y profundizar las políticas educativas contempladas en el Proyecto Educativo o Ley 070.
· Incorporar en los Proyectos Educativos la política de promover la identidad nacional a todos los niveles como lo manda una de las tantas políticas del Estado, tal como está especificado en la Constitución Política del Estado.
· Crear el área curricular Identidad Nacional.
BIBLIOGRAFIA:
- aa. vv., Cultura popular y cultura de masas. Conceptos, recorridos y polémicas. Buenos Aires, Paidós, 2000.
- García Canclini, Néstor, Diferentes, desiguales y desconectados. Mapas de la interculturalidad, Barcelona, Gedisa, 2004.
- Lévy, Pierre, Cibercultura. La cultura de la sociedad digital. Barcelona, Anthropos, 2007.
- Reguillo, Rossana, Emergencias de culturas juveniles, estrategias del desencanto. Buenos Aires, Norma, 2000.
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